A excepción del modelo aire/aire, que calienta y enfría las habitaciones transfiriendo energía térmica entre el aire del exterior y el del interior de la vivienda, los demás tipos de bombas de calor son muy adecuados para combinarlos con un sistema de suelo radiante.
Bomba de calor aire/agua
El producto más utilizado es la bomba de calor aire/agua, que aprovecha el calor del aire transfiriendo energía al agua del sistema. La ventaja en este caso es que, además de calentar y refrigerar habitaciones, también puede producir agua caliente sanitaria.
Su ventaja indiscutible es sin duda su versatilidad, ya que permite la integración con otro tipo de sistemas, como pueden ser las calderas de condensación, creando un sistema híbrido y con energía solar térmica.
Bombas de calor agua/agua
En cambio, en las bombas de calor agua/agua, el calor se extrae de depósitos y acuíferos, mientras que en los sistemas geotérmicos, la fuente de energía es subterránea. En comparación con sus homólogos aire/agua, estos dos modelos garantizan un alto rendimiento siempre constante, independientemente de la estacionalidad.
Sin embargo, la elección de la bomba de calor más adecuada para el vivienda o la empresa en cuestión debe tener en cuenta varios factores, entre los que destacan las necesidades energéticas para que el sistema radiante funcione y garantice una calefacción óptima durante los meses fríos, así como, posiblemente, refrigeración durante el verano.
¿Bomba de calor y sistema radiante también para la refrigeración?
Además de garantizar un confort térmico óptimo en invierno, el sistema de calefacción por suelo radiante también es una solución interesante para la refrigeración en verano. El modo de funcionamiento es esencialmente el mismo: por los circuitos hidráulicos del sistema circula agua «refrigerada» a una temperatura entre 15 y 18 °C, que enfría el suelo.
En este caso, se necesitan bombas de calor reversibles, capaces de retirar el calor que hay en el interior de la vivienda para después liberarlo al exterior. El resultado es un confort interior perfecto incluso en verano, lo que permite prescindir de los aparatos de aire acondicionado split y reducir considerablemente el consumo.
La única precaución necesaria se refiere al uso de un deshumidificador que permita mantener la humedad del aire en un rango comprendido entre el 50 y el 60 %.
Calefacción con bomba de calor y energía fotovoltaica: ¿merece la pena?
Las bombas de calor utilizan fuentes renovables para producir la energía térmica necesaria para que el sistema de calefacción por suelo radiante caliente las estancias, pero siguen siendo dispositivos electrónicos que requieren un consumo de electricidad.
Por lo tanto, para que el sistema sea aún más eficiente y aumente el ahorro de energía, la combinación con un sistema fotovoltaico puede ser una gran idea. A menudo, quienes instalan paneles fotovoltaicos en el tejado de su vivienda lo hacen para generar gratuitamente la electricidad necesaria para el funcionamiento de luces y electrodomésticos, reduciendo costes en su factura e, incluso, eliminándolos por completo en caso de instalación de un sistema de acumulación.
Sin embargo, no todo el mundo es consciente de que la integración de paneles fotovoltaicos con una bomba de calor también proporciona un importante ahorro adicional para la calefacción y la producción de agua caliente sanitaria.